Suiza, cuyo nombre oficial es “Confederación Helvética”, es un país que acoge una gran diversidad desde hace siglos: casi el 25% de su población son personas venidas de otros países. Tiene cuatro lenguas oficiales: alemán, francés, italiano y romanche. Su sistema educativo es muy diverso y tiene un alto grado de descentralización.
Suiza tiene poco más de 41.000 kilómetros cuadrados.
Es conocida por sus montañas, lagos y, sobre todo, la práctica de deportes de invierno.
¡Se dice que hay más de 450 tipos distintos de quesos en Suiza!
Muchos son los atractivos para estudiar en Suiza: el país de los Alpes es, sin duda, un destino internacional, mezcla de culturas y de idiomas. No sólo las ciudades principales tienen un atractivo especial, sino que otros destinos más pequeños ofrecen maravillosas opciones para los estudiantes, especialmente, para quienes buscan practicar deportes de invierno con asiduidad y para quienes tienen como objetivo diferenciarse con una enseñanza de primer nivel muy internacional. De hecho, la sede de la Organización del Bachillerato Internacional se encuentra aquí.
Suiza es desde hace décadas el destino de estudiantes que quieren aprender, tanto inglés, como francés, cerca de casa y en un país muy acogedor con los alumnos internacionales.
Sus internados ofrecen múltiples sistemas educativos: sistema británico, estadounidense, Bachillerato Internacional… y diversidad de campus: desde los más urbanos para alumnos de mayor edad, hasta los más adecuados para los más pequeños; todo ello, muy cerca de casa.
Secundaria
Bachillerato
Grado y Postgrado Universitario
Semestre
Año escolar
Verano
1. Desarrollar tu autonomía y adaptabilidad. Vivirás numerosas situaciones para aprender sobre ti mismo y ser más independiente.
2. Aprender o perfeccionar otro idioma. Tendrás grandes oportunidades para mejorar tu inglés, francés, alemán…
3. Relacionarse y hacer nuevas amistades. Quizá sea algo más duro al principio, pero, al terminar tu experiencia, tu mochila de amigos estará repleta.
4. Conocer una cultura diferente. Llámalo internacionalización o abrir tu mente, ampliar horizontes o enriquecerte enormemente.
5. Estudiar y aprender en un sistema educativo diferente. ¿Te has planteado el reto? Imagínate: nuevas asignaturas, otras maneras de aprender, nuevos itinerarios académicos o más prácticos…
6. Disfrutar de viajar y conocer nuevos lugares. Desde tu entorno más inmediato hasta los grandes atractivos turísticos de tu país de destino.
7. Enriquecer tu curriculum. Si no habías pensado que las empresas buscan gente con experiencias en distintos entornos internacionales, es hora de que lo hagas.
8. Ampliar tu red de contactos (networking). ¿Quién te dice que no encontrarás amigos de por vida que te abran las puertas de nuevos e interesantes caminos profesionales?
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