«Una experiencia vital y enriquecedora»
Juan Manuel Crespo, padre de Ariadna.
Supuso una decisión difícil porque Canadá está muy lejos. Veníamos de una situación anterior, porque la mayor había estado en Irlanda. Lo teníamos cercano y podíamos hablar, más o menos, porque teníamos el mismo horario. En Canadá el horario era un problema porque teníamos que andar buscando siempre las horas y, a veces, no podíamos verla o hablar con ella todo lo que quisiéramos. Luego también la distancia porque te preocupaba que, a tantos kilómetros, si pasaba algo ¿cómo llegabas hasta allí? Luego cosas que a veces te contaba de la familia, de cómo vivían a veces te chocaba porque habiendo tenido la experiencia previa con los irlandeses, que son muy parecidos a los españoles en su forma de relacionarse en las familias, sin más; y aquello era otra cosa: la gente se va antes de casa, eran muy independientes, ella iba sola al colegio, cogía autobuses… otra forma de vida.
Lo que más le costó fue el tema de las comidas. Aquí tenemos una dieta un poco más equilibrada aquella dieta era un poco catastrófica, pero se adaptó tan bien que vino con unos hábitos de comida que ha habido que rectificar. Salvo eso, de resto muy bien, porque en el colegio estaba encantadísima de ir todos los días, aunque fuese a -20 y -30 grados bajo cero. También es cierto que en Canadá los programas se ocupan bastante de los internacionales entonces tenían bastantes actividades y estaban bastante encima. Todo acompaña.
Mi experiencia con los papeles y Canadá la verdad es que no ha habido ninguna dificultad en ningún momento. Nos apoyamos en The Lemon Tree Education en las cartas que tenía que hacer Ariadna para optar por el instituto que quería ir, porque había un proceso de selección. Desde el punto de vista de los colegios en Canadá ellos también tienen un filtro. Entonces si yo quiero ir a este colegio tengo que escribir una carta motivacional de qué es lo que voy a vivir aquí, o qué vas a aportar. The Lemon Tree Education te asesoran y apoyan bastante bien. Su labor ahí es fundamental porque ellos tienen una muy buena relación con la parte de las direcciones provinciales de educación y entonces tienes más acceso. Lo mismo para la vuelta, el tema de los certificados, las notas y demás, todo en orden. Es bastante fluido y no es lo más problemático a la hora de mandar a un hijo a estudiar fuera.
En aquellos momentos a mitad de curso cuando ya habían pasado muchos meses y ellos se acercaron a Red Deer, que está perdido en medio de la estepa de las Rocosas, había alguien ahí de The Lemon Tree Education. Estuvimos hablando con ellos, estaban con Ariadna y de primera mano pudimos tener un contacto directo. Cometimos el error de mandar un sobre de jamón serrano, porque Ariadna lo echaba mucho de menos ¡y se quedó en la aduana!
Después de estudiar allí ella tenía claro qué era lo que quería seguir haciendo (fue en 4º de la ESO, ahora está haciendo primero de bachillerato) – quería hacer Bachillerato Internacional y, a pesar de todo, sabíamos que en lo que se iba a meter era muy duro, pero estaba muy convencida.
Había visto otra manera de aprender porque ahí la enseñanza es diferente y quería seguir en ese modelo. Aquí lo más parecido era un bachillerato internacional. Se adaptó bien y está contenta con lo que está haciendo. Tiene ahí a sus amigos y a sus recuerdos de Canadá que siempre la están acompañando.
No queríamos que fuese solamente a aprender inglés. Ella se trajo una convivencia y una apertura de mente que muchas veces nos deja descolocados, porque allí hay mucha diversidad y entonces a la hora de comentar sobre cualquier tema, sobre cuestiones raciales o incluso de sexo, es tal la apertura de mente que tienen allí que ella vino con la mente muy abierta. Y eso es un poco lo que también íbamos a buscar, la convivencia, saber convivir con otra gente y creo que lo ha conseguido.
Como familia estas cosas afectan evidentemente y te cambian. Como comentaba en la primera experiencia que tuvimos con Sofía, la hija mayor, en Irlanda más o menos seguimos el mismo patrón, porque los irlandeses son muy parecidos a los españoles. En el caso de Ariadna, la distancia y la forma de entender la familia es diferente, entonces nos ha abierto, si queréis más, la forma de entender la familia, las relaciones y también la forma de relacionarse, es decir, mi hija con el resto y con los demás. Ha abierto mucho su círculo y la verdad es que le ha marcado su personalidad y desde el punto de vista familiar damos mucha más libertad. Ampliamos mucho más la forma de ver sus relaciones y la forma de ver su vida con sus amigos. Ahora cuando sale de casa y preguntamos que a dónde va a ir, y a qué hora va a llegar, y aveces le pones un límite y piensas: a ver, hace un año estaba a no sé cuántos kilómetros y no sabías con quien estaba ni qué es lo que hacía, y te tenías que fiar. Se supone que es una chica responsable, tú le has dado las herramientas para que ella pueda manejarse sola, ¿cómo la vas a poner límites aquí?
Que se busquen alguien que les ayude y les dé tranquilidad, porque mandar a un hijo durante un año y lejos, cuesta mucho. Entonces si puedes conseguir que te den esa seguridad es un punto.
Fue una búsqueda intensiva por mi parte, me visite muchas agencias que se dedicaban a esto. Al final The Lemon Tree Education me pareció lo más auténtico. Personas que estaban muy encima de los chavales que se iban, hacían un seguimiento muy cercano y me dieron mucha seguridad.
Si ella quiere sí [se ríe mucho] y seguramente se irá. Soy muy consciente de que terminará bachillerato, no sé si querrá estudiar aquí en España, pero seguro que se irá fuera.
Para mí Canadá supuso un antes y un después, ese viaje a lo desconocido que uno hace cuando es joven, pues yo lo hice a los 50, [se ríe]. Descubres otras cosas sobre ti y es bueno de vez en cuando irse a otro sitio, pero sobre todo solo. Hay que estar solo, contigo mismo, a ver si te aguantas.
Apertura de mente, o experiencia vital, no solamente para el que se va, sino también para el que se queda. Es todo una experiencia que va mucho más allá del estudio del inglés, o cualquier cosa que se haya ido a estudiar. Eso enriquece y diría también pues, enriquecedora.
Experiencia: Juan Manuel Crespo, padre de Ariadna (estudiante en uno de nuestros programas de año escolar en el extranjero)
Programa: Canadá en familia (colegio público)