Más allá de las uvas, cierra el año con intención

Más allá de las uvas, cierra el año con intención
29Nov 2025

Cuesta abajo y sin frenos nos acercamos al final de año. Empiezan a removerse preguntas dentro de nosotros y nosotras, de tipo “¿qué me llevo de este año?” o “¿cómo me gustaría que fuera el próximo?”

Antes de empezar a pensar en propósitos, te invitaría a hacer un cierre del año que acaba. La sensación de cierre es similar a cerrar un libro que acabas de terminar despacito, saboreándolo, dejando que las palabras calen hondo, sintiendo aquello que te han despertado los personajes y las historias que habitaban esas páginas. Vivimos tanto en el futuro y en los objetivos, que no damos tiempo o espacio a procesar lo vivido.

¿Cuál es el objetivo de hacer un cierre de año?

Ya conocemos los rituales de corte cultural para atraer la buena suerte: comer las doce uvas, estrenar ropa roja, bañar un anillo en la copa del brindis… Yo te propongo algo más íntimo, un momento de reflexión y conexión contigo para:

  • Escuchar la huella emocional del año en tu cuerpo.
  • Celebrar tus logros y descubrimientos.
  • Honrar a las personas que han estado presentes, físicamente o no.
  • Cerrar ciclos y dejar ir lo que se acabó o ya no nos sirve.
  • Liberar energía acumulada para dar espacio a lo nuevo.
  • Dar equilibrio y claridad a tu momento presente.

Pero, ¿cómo puede hacerse un cierre de año? 

Realmente puedes dejar volar tu imaginación y creatividad y hacer lo que sientas que te viene mejor según tus preferencias, yo aquí simplemente te proporciono algunas ideas que te pueden inspirar:

Álbum o collage de recuerdos

Puedes hacerlo con fotos de momentos significativos del año para ti, imprimiendo fotos y haciendo un álbum para el recuerdo. Si prefieres el formato mural puedes dividir una cartulina grande en cuatro partes (cuatro estaciones o cuatro trimestres), para tener un recorrido visual por tu año.

Puedes hacer lo mismo pero de forma más simbólica utilizando recortes de revistas o periódicos para hacer un collage que represente visualmente lo que ha sido para ti este año que termina. 

Liberación de lo viejo (escribir y destruir)

Escribe en un papel todas las situaciones, emociones, relaciones o pensamientos que deseas dejar atrás. Luego, en un lugar seguro y controlado, quema el papel como símbolo de liberación. Como alternativa a la quema, hay otras formas de destruirlo, como hacer una pelota y lanzarlo a la basura o cortarlo con las tijeras en trocitos.

Escribir cartas de gratitud

Escribe cartas de gratitud para las personas, situaciones y experiencias que han formado parte u ocurrido durante el año que termina. Sí, sí, también para tí misma o mismo. 

Puede que esas personas no hayan estado presencialmente, quizá algunas personas importantes que te han acompañado ya fallecieron. Quizá los recuerdos o situaciones que han ocupado espacio en tu año eran recuerdos antiguos que seguían presentes dentro de ti de algún modo. Y también están bien, son válidos, nos han acompañado, puedes permitirte escribirles y honrarlos. Puedes agradecerles incluso cuando su acompañamiento te ha inundado de dolor o pena. Quizá eran emociones que necesitabas vivir, duelos que necesitabas elaborar. 

Puedes guardar estas cartas o entregarlas si así lo prefieres. Incluso quemarlas o destruirlas, volviendo a la idea anterior. 

Limpieza y desapego de objetos

Dedica tiempo a ordenar y limpiar tu espacio personal y pertenencias, desechando o donando objetos o ropa que ya no necesites. Atrévete a despedirte, a dejar atrás, a desapegarse de aquello que ya no te representa. 

La limpieza puede ser literalmente una limpieza más profunda para higienizar el espacio, puede ser una limpieza visual quitando la decoración que ya no te aporta o estimula o una limpieza simbólica con incienso o palo santo, si te gustan los olores. 

Meditación de cierre de ciclos

En este blog nos encanta escribir sobre que hay muchas maneras posibles de meditar sin caer en los típicos mitos. Simplemente hazlo a tu manera. Puedes meditar mientras te pones una clase de chi kung, de yoga o bailas de la forma en que tu cuerpo lo pida, en movimiento. Puedes meditar mientras observas atentamente una vela titilar. Puedes meditar escuchando una playlist con tu música favorita mirando el techo. Puedes meditar en silencio o reproduciendo sonidos relajantes y cerrando los ojos para escuchar tus pensamientos, sin miedo a que aparezcan. 

Yo te invito a meditar en cualquiera de estas formas mientras visualizas que sueltas un peso, que dejas atrás, que cierras una puerta o las páginas de un libro. Puedes hacer volar tu imaginación o representar la acción con tu cuerpo. Imagina la metáfora que más te guste para el año que termina y visualízala o encárnala. 

Lista de logros y aprendizajes

Haz una lista de tus logros y aprendizajes del año. Reflexiona sobre cada uno de ellos, observando cómo te han transformado. Valora tu crecimiento, cualquier logro es importante. No importa si otras personas lo valoran o no, tú eres la única persona del mundo que realmente sabes lo que has superado este año, con mayor o menor esfuerzo.

Puedes adaptar estas propuestas a tus creencias o intereses personales. Lo más  importante es tomarte el tiempo para conectar contigo misma o mismo, y airear lo que has acumulado este año para renovarte por dentro.

¡Hasta el año que viene!

Te lo cuenta...

Patricia Rivero

Patricia Rivero

Psicóloga y acompañante de personas en situación de vulnerabilidad: experiencia con menores en riesgo de exclusión social, migraciones, diversidad funcional y colectivo LGBTIQA+. Amante de todas las formas de vida, su misión es crear espacios sostenibles. Cooperante y gestora en proyectos de agroecología y protección animal. Escritora y fotógrafa en búsqueda de aprendizajes. “Cualquier momento es bueno para la ternura”.

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