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Cuántas veces habrás escuchado lo necesario, inolvidable y “cambia vidas” que es viajar, ¿verdad? Pero también es cierto que pocas personas hablan de las cosas más feas y menos agradables que tiene viajar: estar lejos de casa o vivir alejado de tus seres queridos.
La soledad, la tristeza, la añoranza… serán emociones que te invadan en varios momentos y es normal, todos hemos pasado por esas situaciones cuando estamos en un lugar nuevo o viviendo lejos de casa. Estas emociones son parte de la adaptación a lo desconocido y, pese a que puede ser incomodo, te aseguro que serán momentos y emociones que te traerán mucho aprendizaje. Al final, es fuera de nuestra zona de confort donde de verdad nos conocemos, descubrimos quiénes somos en realidad y aprendemos a tener las herramientas que nos permitirán vivir plenamente la vida.
En otro artículo ya te comentaba 10 consejos para hacer amigos en el extranjero, y en línea con esos consejos, me gustaría que hoy habláramos de esa soledad de cuando estamos lejos de casa.
He recogido algunos de los consejos que mejor me han funcionado cuando he vivido en el extranjero, espero que te sirvan.
Lo primero y más importante: no tengas prisa, las cosas llegarán, te lo aseguro; pero como todo, necesita tu tiempo. Tú necesitas un tiempo para adaptarte al lugar donde estás, a las nuevas costumbres o incluso al nuevo idioma, pero también tu entorno (el lugar y sus personas) necesita tiempo para acoger a la gente recién llegada.
Disfruta de la tranquilidad, pasea por las calles de esta nueva ciudad, observa lo que hace la gente… y date cuenta de cómo, poco a poco, lo desconocido pasa a ser cada vez más conocido. Te da menos vergüenza hablar en el nuevo idioma en una tienda, hablarle a un compañero en clase o te apuntas a alguno de los planes que salen.
Una vez seas consciente de que las cosas poco a poco van llegando, la curiosidad será quien te permita conocer a nuevas personas, algún rincón bonito o probar algo delicioso de la gastronomía local. Tener una actitud curiosa, observadora y de no juzgar demasiado pronto te abrirá las puertas a que tu experiencia sea más rica y satisfactoria, ya lo verás.
La valentía y la iniciativa serán tus mejores aliadas cuando estés fuera de casa, pero no te preocupes si no eres de los más valientes o, como dice mi abuela, “de los más echaos p’alante”. Poco a poco irás viendo que las cosas pasan, que hablar con gente nueva en clase va llegando y que cada vez conoces mejor la ciudad o el barrio donde te mueves. Pero no tengas miedo a dar el primer paso y preguntar a tus compañeros por algún plan o preguntar a gente por la calle por alguna dirección, aunque no te salga en el mejor “inglés” o no te expreses como mejor te gustaría. Son estos pequeños pasos de valentía los que te harán estar cada vez más cómodo e irte soltando. Has venido aquí a disfrutar de la experiencia, te animo a que no desaproveches la oportunidad de hablar con todo el mundo, probar la comida local y ¡apuntarte a cualquier plan aleatorio que no hubieras hecho en tu ciudad!
En línea con lo anterior, uno de mis consejos favoritos y que siempre me ha funcionado cuando he vivido lejos de mi casa o incluso fuera de España, ha sido apuntarme a los eventos, actividades y cursos que la Universidad o letreros por el barrio anunciaban (incluso por anuncios de Facebook o Instagram). Si te gusta algún deporte, busca algún equipo donde puedas unirte a entrenar. Si quieres conocer a gente nueva como tú, apuntarte a un curso de inglés es siempre superbuena idea. Además, busca organizaciones juveniles que estén en la ciudad o pueblo donde estés y que organicen eventos, fiestas o excursiones. Créeme, hay mucha gente nueva buscando amigos, ¡solo tienes que encontrarlos!
5. Aprovecha la oportunidad para conocerte mejor a ti mismo/a
Sin duda alguna, esta experiencia va a ser un momento increíble para describirte y conocerte mejor. Para ver qué tal te desenvuelves en situaciones que no son tan fáciles o que son diferentes a las que estás acostumbrado. Tendrás más tiempo para pensar y, por qué no, para escribir o leer y canalizar así esos pensamientos y las nuevas emociones. Aprovecha esta oportunidad que -créeme- no será tan fácil volver a encontrar en un momento tan idílico para conocerte y aprender a ver de verdad quién eres.
Y finalmente, el equilibrio entre disfrutar de la experiencia y no desconecta del todo de tus raíces, tu familia y tus amigos, pero de no abusar demasiado de estar en contacto con ellos. Este es sin duda un elemento superimportante. La gente de tu ciudad, como tu familia y amigos, siempre estarán ahí, y es bueno mantener conversaciones o videollamadas de vez en cuando para poneros al día.
Al final, te darás cuenta de que las cosas siguen y seguirán tal cual las dejaste y que -más bien- serás tú el que va cambiando y creciendo en esta nueva experiencia.
Estas experiencias son las que de verdad te cambiarán la vida, te harán crecer, te harán descubrirte. Y el aprendizaje no está solo en los buenos momentos, sino también en esos momentos no tan agradables, pero que te dan la oportunidad de atreverte a cosas nuevas, a hablar con personas y en otros idiomas. También te darás cuenta de lo valiente que eres y echarás la mirada atrás, al principio de tu experiencia, y serás consciente de lo mucho que has aprendido, de lo mucho a lo que te has atrevido y de que esta experiencia está siendo de verdad inolvidable.
Apasionado por viajar, las culturas y las personas, Sergio es un ingeniero con experiencia en proyectos de cooperación internacional y de impacto social en comunidades por África y América Latina. Trabaja como coordinador de un proyecto de educación en África, ha fundado una ONG que trabaja con jóvenes activistas y ha montado una startup de movilidad sostenible.
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