Imagina tu propio horizonte: cómo viajar puede ayudarte a diseñar tu futuro

Imagina tu propio horizonte: cómo viajar puede ayudarte a diseñar tu futuro
06Dic 2025

Si hay algo que define a nuestra generación es la sensación constante de estar viviendo entre mundos: uno que se está agotando y otro que todavía no termina de nacer. ¿Te resuena?

Vivimos conectados, saturados de información y conscientes de los desafíos globales, pero también llenos de ganas de hacer algo diferente. Queremos construir una vida que tenga sentido, sentir que nuestras decisiones importan. Y aquí surge la pregunta que muchos jóvenes se hacen hoy:

¿Cómo imagino un futuro que sea nuestro, que nos inspire y que no esté definido por un sistema que ya se siente viejo?

La teoría de los Tres Horizontes de Bill Sharpe puede darte una pista. Aunque se creó para hablar de sistemas y transiciones sociales, es sorprendentemente útil para algo mucho más personal: imaginar tu propio camino. Y, curiosamente, una de las herramientas más potentes para activar esa imaginación es viajar.

Pero no viajar como siempre. No viajar para «escapar», sino viajar para imaginar, para experimentar futuros posibles y descubrir «microutopías» reales donde ya se están probando formas nuevas de vivir.

En este artículo te propongo usar tus viajes como un laboratorio para diseñar tu futuro.

¿Por qué a nuestra generación le cuesta imaginar el futuro?

Quizá te pase también: a veces da la sensación de que el mundo cambia tan rápido que no da tiempo a procesarlo. Crisis climática, carreras profesionales líquidas, ciudades saturadas, tecnología que se actualiza más rápido que nuestras decisiones… Y, encima, te dicen que tienes que «elegir qué quieres hacer con tu vida».

No es raro que muchos jóvenes hoy vivan con estas preguntas en la cabeza:

  • ¿Qué quiero hacer realmente?
  • ¿Cómo encuentro un propósito sin caer en la presión?
  • ¿Cómo puedo aportar algo sin quemarme?
  • ¿Dónde encuentro inspiración para imaginar algo diferente?

La verdad es que imaginar futuros no es fácil. No porque nos falte creatividad, sino porque nos cuesta mirar más allá de lo que conocemos. Ahí es donde viajar con intención puede convertirse en una herramienta brutal.

Los Tres Horizontes: un mapa para entender dónde estás

Bill Sharpe propuso un modelo muy simple pero poderoso. Habla de tres horizontes que conviven al mismo tiempo, representados por tres roles: el gerente, el emprendedor y el visionario.

Adaptando este modelo a tu vida personal, podemos explicarlo así:

Hombre joven sentado reflexionando sobre las ramas de un castaño centenario en La Alpujarra, Granada, rodeado de naturaleza.
Castaño centenario en La Alpujarra, Granada

Horizonte 1: Lo que existe ahora (el presente que se agota)

Son tus rutinas actuales, tus opciones más obvias y la vida tal como la conoces. Es cómodo, pero también limitado. Representa lo que funciona hoy, pero que quizá no te servirá mañana.

Horizonte 2: Las innovaciones emergentes (lo nuevo que está naciendo)

Aquí empieza el movimiento. Son ideas, proyectos, estilos de vida y trabajos que aún son «raros», experimentales o alternativos, pero que te hacen pensar: «Esto podría encajar más conmigo». Es el territorio de las transiciones, de las preguntas y de los descubrimientos.

Horizonte 3: La visión de un futuro deseado (tu posible destino)

Este es el horizonte más inspirador. No existe todavía ni es un plan perfecto. Es tu visión: cómo te gustaría vivir, aprender, trabajar, relacionarte y moverte por el mundo.

Viajar puede ayudarte a conectar con estos Horizontes:

  1. Te hace ver tu Horizonte 1 desde fuera.
  2. Te empuja a explorar tu Horizonte 2.
  3. Te inspira para crear tu Horizonte 3.

Viajar no para escapar, sino para imaginar

La mayoría de los viajes están diseñados desde el Horizonte 1: descansar, desconectar, ver cosas nuevas, hacer fotos. Pero si cambias tu intención, el viaje se transforma completamente. Un viaje imaginativo es aquel diseñado para ayudarte a observar, cuestionar, inspirarte y descubrir posibilidades que aún no existen en tu vida.

Pequeña rana dardo roja posada sobre una gran hoja verde en la selva de Costa Rica, representando la biodiversidad y el descubrimiento de nuevos entornos.
Rana dardo en Costa Rica

En este caso, The Lemon Tree Education tiene opciones increíbles para ello. Aquí tienes tres claves para viajar de esta manera:

  1. Elige destinos que estén explorando futuros posibles

En vez de ciudades superturísticas, busca lugares donde se esté experimentando con nuevas formas de vivir. Por ejemplo:

  • Comunidades creativas.
  • Proyectos de permacultura.
  • Colectivos de innovación social.
  • Espacios de artesanía contemporánea.
  • Centros de vida regenerativa.
  • Comunidades digitales ancladas en la naturaleza.
  • Proyectos juveniles con propósito .

Es lo que yo llamo microutopías: lugares reales donde ya se está probando un posible futuro.

2. Conecta con personas que imaginan diferente

Lo que más transforma no es el lugar, sino la gente. Busca personas que:

  • Han decidido vivir de otra manera.
  • Mezclan tradición y tecnología.
  • Investigan nuevas formas de trabajar.
  • Viven con menos, pero con más significado.
  • Han creado proyectos pequeños y valientes.
  • Se han inventado su propia profesión .

Una sola conversación con alguien así puede mover tu Horizonte 2 entero.

3. Haz prácticas que activen tu imaginación

Durante el viaje, prueba pequeñas dinámicas para que tu mente deje de repetirse y empiece a imaginar:

  • Escribe cada día un «futuro posible».
  • Saca fotos solo a cosas que te inspiren para tu Horizonte 3.
  • Dibuja lo que te llama la atención.
  • Camina en silencio durante 30 minutos sin mirar el móvil.
  • Escribe una carta desde tu «yo del futuro».
  • Haz mapas de ideas sobre cómo te gustaría vivir .

¿Qué cambia cuando viajas usando los Tres Horizontes?

Empiezas a observar el mundo de otra manera. Ya no miras solo paisajes; miras patrones, relaciones, ideas y posibilidades.

Tu creatividad se expande. Viajar te saca de tu algoritmo mental y te da nuevos estímulos. Te conecta con ideas que no hubieras imaginado desde casa.

Amanecer sobre las montañas de La Alpujarra en Granada cubiertas por un mar de nubes bajas y siluetas de árboles, evocando calma y claridad mental.
Montañas de La Alpujarra, Granada

Aprendes a moverte con la incertidumbre. Comprendes que el cambio no es algo a evitar, sino algo que se puede navegar, y que tú puedes diseñar tu manera de transitarlo.

Se activa tu Horizonte 3 personal. Tu futuro deja de ser una pregunta estresante y se convierte en una pregunta creativa.

Un ejemplo realista: del Horizonte 1 al 3 en un solo viaje

Imagina que decides estudiar en Francia en uno de los programas de The Lemon Tree Education.

  • H1: Llegas con tu vida normal (estudios, amigos, móvil, prisas).
  • H2: Los primeros días observas cómo cultivan, cómo viven y cómo se organizan. Algo en ti se mueve y empiezan las preguntas.
  • H3: En los últimos días, empiezas a imaginar: «¿Cómo podría combinar lo que estudio con esto?», «¿Qué estilo de vida me gustaría probar?», «¿Qué pequeña cosa podría cambiar al volver?».

No es un plan cerrado. Es tu visión emergente. Y a veces, esa visión lo cambia todo.

Cómo empezar a diseñar tu horizonte hoy

La teoría de los Tres Horizontes nos recuerda algo valioso: todos llevamos dentro un Horizonte 3 personal, ese lugar donde se mezclan nuestras ganas, nuestras ideas y nuestras visiones de cómo queremos vivir.

Pasos simples para empezar:

  1. Haz un viaje pequeño pero intencional (no hace falta ir lejos).
  2. Elige un destino donde se haga algo que te inspire.
  3. Llega con una pregunta, no con un itinerario.
  4. Observa tu presente desde fuera y detecta innovaciones que te llamen.
  5. Elige una microacción al volver: algo pequeño, concreto y real.

Viajar no es solo moverse por el mapa. Es moverse entre horizontes: del presente que ya conocemos al futuro que podemos imaginar. Así que la próxima vez que viajes, pregúntate: ¿Qué horizonte quiero mover hoy?

Te lo cuenta...

Iván Ballesteros

Iván Ballesteros

Se presenta como nómada, con diez años de experiencia explorando comunidades donde el desarrollo personal, comunitario, ecológico y artístico son los ejes principales. Ha trabajado en países como España, Rumania, Italia y Alemania y actualmente vive y viaja en su furgoneta “Samsara” co-diseñando proyectos regenerativos y residencias artísticas para zonas rurales, organizaciones y ecoaldeas. Todo lo que hace está ligado a su propósito: “conectar a la gente consigo misma, con las demás y con la naturaleza a través de la experiencia de comunidad”.

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